Iker Casillas rompe la maldición: la épica tanda de cuartos en Viena
22 de junio de 2008, en el Ernst‑Happel Stadion de Viena, la España de Luis Aragonés se enfrentó a una vieja bestia: Italia, vigente campeona del mundo. Después de 120 minutos sin goles, todo se decidió en la temida tanda de penaltis.
Un gol por parte, hasta que un imponente Iker Casillas se alzó como héroe nacional. Detuvo los lanzamientos de Daniele de Rossi y Antonio Di Natale, lo que selló la victoria española por 4‑2 y, sobre todo, rompió una maldición histórica: España había perdido tres tandas en cuartos el 22 de junio en torneos anteriores, y por fin acababa con ese gafe .
📌 Lo que significó ese día
Casillas devolvió la esperanza a una generación que veía a la Roja estrellarse en cuartos. Su liderazgo como capitán y esas dos paradas clave dejaron atrás años de decepciones .
Desde aquel momento, España recuperó la confianza y avanzó hasta la final, donde venció 1‑0 a Alemania, cerrando un ciclo histórico tras 44 años sin títulos europeos .
Esos instantes en cuartos fueron el punto de inflexión. Sin las paradas de San Iker, el equilibrio mental del equipo habría sido otro. En su lugar, nacía una ESPAÑA que forjaría una época dorada.
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